Tauriel de Mirkwood

Sin encontrar orco al que echar el guante, parece que habían estado merodeando de noche pero habían escapado, Tauriel volvió a la guarida. Los días pasaban lentamente, como en una tensa espera en la que no había una fecha límite, no había nada marcado más que una creciente inquietud. A los peligros que parecían empezar a cernirse sobre esa zona, se sumaban dudas existenciales, pues su vida había entrado en una eterna monotonía. Quizás esta época de agitación le había despertado de su conformismo vital, y del papel que deberían jugar los elfos en la Tierra Media. De alguna manera no estaba de acuerdo con la actitud conformista y ciertamente egoísta que estaban tomando los elfos, señal de una cierta decadencia...