Invisible... A veces
Si Susan ya se sentía rara, aquel accidente desencadenó una reacción en su cuerpo. Inmediatamente después de activar el campo de fuerza, su cuerpo comenzó a desvanecerse…. al parecer, porque lo que pasaba era que su cuerpo estaba ahí, ella lo sentía, lo tocaba, pero para los demás ella era invisible. Pronto notó que se estaba volviendo invisible al mirar sus manos, pero también al escuchar los gritos de las personas al verla. Básicamente no veían a alguien invisible, sino a una persona sin cabeza con un impermeable, lo que al menos debería alterar a los más inmutables y por regla general causaba pánico expresado por gritos horrendos. Solo quedaba una opción, así que para calmar la histeria, Susan comenzó a desvestirse y a quitarse la ropa mientras corría de la escena en el puente. No se iba a ver mucha piel, pensó, pero eso no era del todo cierto. No había pensado que el efecto no se había estabilizado y no podía controlarlo. Al menos esto sucedía cuando aún tenía puesta la ropa interior. El cuerpo de bomberos que acudió al rescate, y algunos otros transeúntes, observaron perplejos a la asustada, semitransparente y semidesnuda genetista ver como su supuesta invisibilidad se descontrolaba y fallaba estrepitosamente frente a todos ellos...