Quédate Conmigo
Aquel juego resultó muy divertido para Nube Roja. Los hombres de su tribu apenas habían dudado, ella podía negarse o no pero la cosa no tenía matices de gris. Sin embargo, aquel hombre de rostro pálido mostraba una mezcla de timidez y curiosidad, probablemente abrumada por tal despliegue de belleza. Así que la escena se repitió más veces, y todo el asunto, a pesar de ser más predecible, fue generando una poderosa tensión amorosa. Cada vez ella fingía que no lo había visto y él no estaba seguro de eso, tratando de disimular torpemente para los estándares de una cazadora. Hasta que un día, se cansó y decidió ir un paso más allá. Lo miró fijamente, hizo un gesto y utilizando las pocas palabras que había aprendido de su idioma le dijo "ven aquí". Así que lo invitó a entrar en el agua para no abandonar... su vida...