La Ventana Indiscreta
Aquel era otro de esos encuentros más o menos buscados que podían acabar en llamas, como el color del atardecer reflejado en la piel de Nube Roja. Bajó a su piscina favorita, su rincón para pensar, para darse un refrescante baño. De inmediato intuyó, casi sin mirar, que alguien la acechaba, supo que era él. Sintió excitación y vergüenza a la vez, era algo extraño porque hacía mucho que no pasaba con ninguno de los suyos, quizá ya se conocían demasiado y la vida amorosa se había vuelto algo predecible, como si siempre hubiera un spoiler. Con la vergüenza se dejó algo de ropa puesta, quizá demasiado premio para él ese día debió pensar. Lentamente, se acercó al agua, con algo de retraso, tratando de mentalizarse mientras el observador, supuestamente, no perdía detalle alguno.