Atenea

Los peores augurios de Atenea se confirmaron. Alguien o algo había liberado a Hades del inframundo, y había comenzado a descargar su ira contra el ejército unido de las polis griegas, tratando de desestabilizar el equilibrio del mundo conocido. Era un enfrentamiento peligroso incluso para la propia Atenea, pero esta había nadido para la batalla así que allí se presentó, en mitad de la batalla. Los soldados griegos se hicieron a un lado ante su impresionante presencia. Hades enseguida se percató de su presencia y comenzó una de las batallas más épicas que se recuerdan, una auténtica pelea de dioses. Ni más ni menos que el destino del mundo dependía de qué lado cayera la victoria...