Emboscada Divina
Dentro de las deidades Atenea podría considerarse un culo inquieto. La paciencia no iba con ella y pese a la necesaria prudencia quería dar un sustito a las tropas de Darío. Pasárselo bien, que la vida son dos días, bueno, en el caso de las diosas bastante más pero vaya, que se aburría como un hongo olímpico. Así que no se le ocurrió mejor idea que tender una emboscada. Para ello interceptó a las tropas en la caldera de un volcán cercano, reclamando la atención de un contingente que cayó en la emboscada y nunca más salió de aquel lugar. Aquellos que sobrevivieron no llegaron a ver realmente qué era aquello que les atacaba y eso conseguió infundir un cierto temor en aquellas tropas, temerosas de qué más podrían encontrarse en territorio hostil...